De casinos y salones de baile

Celia Díaz Díaz

Fuente la Plaza

Los casinos y salones de baile fueron desde los años 30 (según se tiene constancia) hasta principios de los 70, los lugares más concurridos de Piornal. Aunque también había Tabernas (de ellas hablaremos en otra ocasión), los Casinos eran más amplios y en ellos había distintos apartados dedicados al juego y al baile, entre otras actividades.

Normalmente, la parte de abajo estaba dedicada al baile: tenían una barra y en una esquina había un alto (o "Temblete") donde se colocaban los músicos para tocar. Solían tener un bodegón para tener las bebidas, con tinajas empotradas en la pared. En este bodegón se mantenían las cosas más frescas y se metía en baños el hielo que se traía en barras grandes envuelto entre paja, de Plasencia o Jaraíz. El vino de pitarra solía ser de cosecha.

El resto de bebidas que más se consumía se traía de Plasencia (de "Bodegas Torres") en alguno de los camiones del pueblo: vino, coñac, cerveza, el orange, el vermut y el anís escarchado. El vino se servía en vaso ("a la peseta cuatro vasos"), en jarras de litro, de medio litro y en porrones. "En los años de la guerra civil se vendía mucho coñac en el casino".

En la parte de arriba había una habitación grande con mesas para jugar a las cartas y tomar café. El café era del "Cubano" y se hacía en puchero de porcelana. La leche y el café se servían en cafetera.

En alguno de estos casinos había otra habitación más pequeña donde también jugaban o tomaban café aquellos que querían estar un poco más " solos".

En la calle El Beso había una fábrica de Gaseosas que en un principio fue de Tio Lucio "El Tranca" y después la compró Tio Santiago Ramos. La Gaseosa "La Piornalega" estaba embotellada en botella pequeña y tenía la fuente de la Puerta de la Iglesia pintada. Esta fábrica durante su funcionamiento suministró a tabernas y casinos del pueblo.

Los casinos y salones de baile fueron por orden:

- El de Tio Juan Vega "El Fragüero" en la Plaza del Nogal.

- El de Tio Andrés Guillén en la Plaza de las Eras.

- El de Tio Simeón Salgado en la Plaza de las Eras.

- El de Tio Demetrio Guillén en la calle Pizarro.

- El de Tio Doroteo Calle en la Avda de la Vera, a la altura de la calle El Salvador.

- El de Tio Victor Pérez en la Plaza del Nogal.

- El de Tio Leoncio Vicente en la Avda de la Vera a la altura de la calle Libertad.

- Y por último el salón de Baile de "los Matías" en la Plaza del Nogal (que se cerró hace más de 25 años).

Normalmente hubo dos casinos a la vez abiertos con baile. El baile empezaba los domingos después del Rosario, que era a las 3 de la tarde. El baile era el punto de encuentro de los jóvenes del pueblo, y las mozas dejaban el velo del Rosario en la casa de la amiga más cercana y se iban todas juntas a eso de las 3,30 h. Duraba, aproximadamente, hasta las 10. Sólo en fiestas se alargaba algo más. Después ya no se salía.

Había baile todos los domingos del año ( excepto en semana santa), en fiestas también había baile después de la misa y por la tarde.

Las mozas en esa época no pisaban los bares y ese era el único día que tenían contacto con los mozos, éstos pagaban para entrar, pero las mozas no. A los mozos les daban cinco duros y con eso pagaban la entrada y algún vino. A pocos les llegaba para invitar a alguna moza. Éstas nunca llevaban dinero ("no se arrimaban ni al mostraor") y no tomaban "ni gaseosa", a no ser que las invitaran (cuando ya tenían novio las invitaban arriba a café y copa).

En el baile sólo había gente joven y las mozas de luto que no podían entrar y alguna que otra madre o "cotilla" se pasaban el rato asomadas a las ventanas para ver con quien bailaban unas y otras. Unas por curiosear o "gutear" y otras por envidia. También las menores hacían esto ya que no podían entrar hasta los 15 ó 16 años.

Los músicos eran de Piornal y de otros pueblos cercanos: de Pasarón, Garganta, Jaraíz, etc. En el Casino de Tio Juan el Fragüero cuando no tenían músicos o en algún descanso de éstos, tocaban "El Manubrio" (a modo de Organillo) con distintas piezas musicales.

Los Pasodobles eran los bailes "suaves". Los otros eran Tangos, "Valscorridos", Jotas, etc. Eran pocos los mozos que sabían bailar bien, así que las mozas se lo pensaban dos veces a la hora de aceptar una invitación para evitar los pisotones. En algunos casos había dos puertas y si las mozas veían que los que entraban no les convenían, salían por la otra y se iban a otro baile. A los mozos les gustaba "arrimarse" y a las mozas si les gustaba el mozo, bien, pero si no, le ponían la mano en el hombro y no le dejaban acercarse.

Las mozas solían comenzar el baile juntas y después se acercaban los mozos y decían "haz el favor" para cortarlas y bailar con ellas. Si el que iba a cortar no le interesaba a la moza, ésta hacía una seña a un amigo para que fuera y dijera que ya estaba comprometida. En los comienzos una moza podía bailar un baile con varios mozos si éstos cortaban, pero en época de "Maquis" se estableció en el pueblo un Cuartel y los guardias que estaban en él pusieron en los Casinos un cartel que rezaba "Prohibido Cortar Parejas" y más de un guardia se echó novia por aquí.

En los Bailes era donde surgían las amistades, los cortejos, las novierías... y después de la comida de las Bodas se iba al Casino a bailar.

No sólo eran piornalegos los que iban, de vez en cuando, y sobre todo en fiestas, venían de otros pueblos (mozos y muy pocas mozas) de Cabrero, Navaconcejo, Valdastillas, Barrado, Casas del Castañar, etc.

Después de la hora de irse a casa a las mozas que quedaban, que eran pocas, se las llamaba "las de sin padre".

Muy de vez en cuando se formaban riñas en el Baile por cualquier cosa (un empujón, si bailaba una moza con otro, "por cualquier rutina", etc) y alguna vez salió una navaja de algún bolsillo.

En Ferias venía mucha gente a Piornal y los que no tenían conocidos u otro alojamiento, dormían en el Salón de Baila con los aparejos de las caballerías. En casa de Tio Simeón Salgado y de Tio Juan "El Fragüero" en estos días de Ferias y Fiestas, se vendían por la mañana aguardiente y perrunillas (hechas en la Tahona) que según el tamaño valían a 5 ó 10 centimos. Al medio día se servían de aperitivo, peces fritos y se le asaba carne de cabra a aquel que lo pedía.

Normalmente en los Casinos no se servían comidas, ya que las bodas, bautizos y comuniones se celebraban "en casa".

Durante el año, de vez en cuando, se montaba un tablado (en el Casino de Tio Andrés, Tio Simeón y Tio Juan) y se representaban Comedias por actores del pueblo, como "La Pastorcilla y el Tirano del Castillo", "He encontrado a mi hijo" y "Dueña y Señora". En alguna ocasión vinieron "Titiriteros" (equilibristas, tragadores de fuego, malabaristas...). En los casinos se vieron las primeras películas de cine mudo (como "Genoveva de Bravante").

Cuando llegaron las primeras televisiones, los casinos eran los sitios de reunión para ver fútbol, corridas de toros, etc, con llenos absolutos. En el último salón de baile, el de Los Matías, al final se adaptaron a los tiempos y se cambiaron los músicos por discos.

Los casinos fueron desapareciendo y dieron paso a otras formas de divertirse los jóvenes, pero de lo que no cabe duda es que fueron un punto de encuentro y de referencia durante varias décadas para los jóvenes del pueblo (en especial para las mozas ya que era el único sitio permitido después de la Iglesia), en los que además hubo un importante intercambio cultural y también social.

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© Víctor A. Díaz Calle. 1997-2004