Cuenta una vieja historia
de las muchas de este lugar
que subía una vez un fraile
a un pueblo llamado Piornal.
Por un camino empedrado
un impuesto iba a cobrar
a los pobres agricultores
que trabajando ganaban su pan.
Era un día de verano
el fraile se empezó a cansar
el calor comenzaba a hacer mella
su sed necesitaba saciar.
Quedaban pocos kilómetros
por fin una fuente encontró
era agua clara y muy fría
y le dio gracias a Dios.
Tantísima sed tenía
tantísima agua fría bebió
que su cuerpo cayó fulminado
aquel fraile en la fuente murió.
Allí encontraron a ese hombre
que a los agricultores iba a cobrar
pero murió en esa fuente
muy cerquita de Piornal.