Los quintos y el efecto 2000

Quinto

La entrada en quinta suele ser un hecho festivo para muchos piornalegos. El relevo se produce el 31 de diciembre, a las 12 de la noche, en la puerta de la iglesia. Allí se concentran los 'quintos entrantes'. Sonadas la campanadas, los cohetes lanzados por ellos mismos indicarán al pueblo que ahora son ellos 'los quintos'.

Al ser llamados por el ayuntamiento para el "talleo", así como para "el sorteo", los quintos recorren de ronda las calles del pueblo, haciéndose acompañar por los tamboriles, con frecuencia, uno para cada uno de ellos.

Hoy día, el cambio de fechas del procedimiento administrativo asociado al reclutamiento militar, hace que los límites temporales de esta fiesta sean poco claros. En cualquier caso, entre los meses de enero y abril, y coincidiendo con la llamada del ayuntamiento, los quintos de ese año pasarán una semana fuera de sus casas, conviviendo en algún caserón del pueblo.

Una de sus actividades consistirá en pasear un chivarro, macho cabrío, por los bares, adornándolo con cintas y campanillos hasta su sacrificio para la caldereta la víspera del talleo. Durante estas rondas se irán pidiendo chorizos y dulces por las casas de las quintas. Los protagonistas del ritual son, explícitamente, los varones aunque existe una actual tendencia a que participen también 'las quintas'.

Existen, en función de la etapa que transcurre desde el alistamiento a la incorporación a filas, multitud de canciones de quintos. Podríamos pasarnos días cantándolas y no repetiríamos, pero hay una por la que tengo una especial predilección, se trata de aquella que dice:

1. Quintos del noventa y cinco...       (O del año que sea)
2. .........................................       (Aqui va una frase que rima, en la frase 4,
      con el mote de uno de los quintos)
3. que llevamos por delante...  
4. al hijo de tio... -el mote-       (Rima con la segunda frase).

Hecha toda la anterior exposición, quiero compartir con vosotros una preocupación que ronda por mi cabeza. Os explico.

Desde hace bastantes meses se nos está amenazando con las 'catastróficas' consecuencias que tendrá para nuestras vidas la llegada del próximo milenio, por el temido efecto 2000 que afectará a ordenadores de todo el mundo.

Por cuestiones de ahorro de memoria y medios de almacenamiento de datos, todo ello carísimo entonces, en los primeros ordenadores para escribir los años sólo se utilizaron dos dígitos. Así, el año 1999, para las antiguas y muchas de actuales computadoras, es escuetamente el año 99. Bastaba el formato de fecha DD-MM-AA, en lugar de DD-MM-AAAA. (D=Día. M=Mes. A=Año)

Salvo excepciones, el problema se centra en los procesos informatizados en los que interviene un cálculo con fechas, tales como vencimientos, caducidad de productos, edades y automatización de procesos repetitivos.

Por poneros un simple ejemplo, imaginaos un ordenata de un banco que para un plan de pensiones, haga este año 1999 una simple resta para saber la edad actual de un señor que nació en 1935:

99 - 35 = 64 añitos tiene el señor.

Imaginaos ahora el mismo ordenador haciendo la operación el año que viene, el 2000.

00 - 35 = El ordenata se hace un lío.

Citemos otras consecuencias típicas que podrían darse:

  • Los ancianos se admitirían en Pediatría, y los bebes en Geriatría.
  • Los bancos pagarían intereses en vez de cobrarlos.
  • Todos los permisos de conducir estarían caducados.
  • Los supermercados rechazarían todas las mercancías por caducadas.
  • Los delitos habrían prescrito, y las multas quedarían en el olvido.
  • El mantenimiento preventivo de los aviones no se realizaría en su fecha.
  • Los ficheros de seguridad de los ordenadores se borrarían estando en vigor.
  • Los medicamentos serían todos sospechosos
  • Y un largo etcétera...

Catastrófico ¿verdad?.

Pues con parecidos tintes catastrofistas se presenta el próximo año 2000 para los quintos piornalegos de ese año. Imaginar ahora por un momento la difícil situación que se presenta para dichos quintos cuando quieran cantar la canción más arriba comentada. ¿Podrá mantenerse el tonillo de la canción?

Intentar, los que la conocéis, cantarla... ¿Conseguís que os suene bien?

Quintos del cerocero...

...............................

Desde aquí, al igual que desde todos los ámbitos se insta a solucionar antes del final del presente año el problema de los dígitos de las fechas de los ordenadores, sugiero a quién corresponda que, a la mayor brevedad posible, se ponga manos a la obra para tomar las pertinentes medidas correctoras, para que nuestra querida canción pueda interpretarse sin el problema que se nos viene encima.

Octubre 1999

NOTA: No tengo constancia de como resolvieron el problema los quintos piornalegos del año 1000. Sigo investigando el tema. :))

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© Víctor A. Díaz Calle. 1997-2002