«La nieve es muy bonita pero genera muchos problemas». Lo dice uno de los vecinos de Piornal que ha dejado su nombre en las octavillas que circulan por bares y tiendas del pueblo. Cuartillas con las que se están recogiendo firmas que apoyen la necesidad de contar con una máquina quitanieves de manera permanente en la localidad.

La campaña ha surgido de manera espontánea entre los vecinos, después de la primera nevada de este invierno, a la que se prevé que se sumen al menos otros dos temporales, el próximo probablemente en cuestión de días.

El servicio con el que cuentan en estos momentos es el que presta una pala quitanieves que se guarda en la Agrupación de Cooperativas, en Valdastillas, más los vehículos de las empresas Araplasa y Corviam con las que la Diputación de Cáceres mantiene un convenio y que tienen que desplazarse desde Plasencia. Una dotación en ambos casos insuficiente, según los afectados, que entregarán su reivindicación en el Ayuntamiento.

El alcalde, Ángel Rama, la remitirá a la institución provincial ante la que ha expuesto en los dos últimos años la necesidad de contar con un servicio permanente para hacer frente a los problemas que causan las nevadas. «Necesitamos que, desde el momento en que damos el aviso hasta que la nevada termina, las máquinas y los operarios se queden en el pueblo, que no se pierda tiempo en ir y venir a Plasencia o a Valdastillas».

De esa manera, el servicio sería continuado y se podría ir abriendo paso a los autobuses que llevan estudiantes a otras localidades o al centenar de particulares que salen del pueblo cada día para trabajar. También a los que tienen en Piornal su sede laboral, como el médico que pasa consulta por las mañanas o los maestros que no han podido llegar hasta sus puestos algunos inviernos.

El primer edil opina que un servicio permanente es más factible que tener una máquina en el pueblo, ya que entre otras cosas plantearía la necesidad de que alguien se hiciera cargo de ella durante 24 horas y en cualquier momento de la jornada.

Urgencias sanitarias

Hace apenas un par de semanas, cuando cayó la primera nevada previa incluso al invierno, varios vecinos vivieron una auténtica odisea para llegar hasta los servicios médicos de urgencias de Plasencia y Cáceres por el mal estado en el que se encontraba la carretera que lleva hasta la N-110. «Esto no puede pasar en el siglo XXI», se lamenta un piornalego.

Los mayores problemas se producen en apenas siete kilómetros del tramo que une Piornal con el cruce de El Cabrero y en otro similar de la carretera que va a La Vera, así como en algunas de las calles principales del pueblo.