El régimen de autoabastecimiento que, hasta bien avanzado el siglo XX, ha caracterizado el tipo de alimentación piornalega, sitúa la base de la dieta habitual en legumbres, frutas, carne de cerdo, y ante todo y sobre todo las patatas.
y en el Rebollar las peras, y en llegando a Piornalito las patatas sembraeras.
" Patatah pa comel Se puede decir que el caldo es el plato más representativo en esta localidad, hasta tal punto que aún en nuestros días hay muchos piornalegos que lo cenan casi a diario. Se trata de patatas cocidas, donde el pimentón es una especia esencial, y como recipiente donde prepararlas y que le da nombre, el caldero. También las patatas "asás", se constituyeron en un acompañamiento indispensable de las reuniones de abuelos y nietos en torno a la lumbre, las tardes de frío, lluvia o nieve, reuniones que ha supuesto un elemento fundamental para la tradición oral. Las patatas también se utilizaban en el intercambio por otros productos como las naranjas, poco habituales en los huertos de Piornal. Las castañas, abundantes en esta localidad, también han sido base de la nutrición piornalega. Así, comentan algunos informantes:
- ¿Y al mediodía?.- Castañas cocías. - ¿Y por la noche?.- Otra vez calbotes " Con castañas se hacen los calbotes, tan típicos en la festividad de Todos los Santos y los corchones (castañas cocidas en leche dulce), que para muchos era el manjar fundamental de la cena de Nochebuena. Como alimentos de origen animal, destacamos los procedentes del cerdo de la matanza (morcillas, ántima, etc.), aunque piezas como el jamón, era habitual venderlas para obtener algún dinero. También la carne de cabra era consumida, aunque la cabra y la vaca tenía una especial relevancia para la obtención de la leche y derivados (queso). Cabe mencionar como manjares gastronómicos de origen animal, la caldereta de chivarra, el guisau para la cena de pedida o el arroz con hígado de la comida de la matanza o las bodas. Para concluir, no podemos olvidar la fruta sartén, siempre presente en cualquier celebración. Son los tirabufones, roscas, perronillas, sapillos, torrillos. Como en otras zonas, cobran una especial relevancia las dos bebidas, de fabricación casera, más importantes: el vino y el aguardiente, manjares que tienen cabida en el repertorio literario de muchas canciones:
y el aguardiente pariente y en llegando a la taberna me encuentro con toa mi gente.
Ven acá vino tintillo
|