Pregón de las Fiestas de San Roque
“35 quintillas y 3 coplas a la gente de mi pueblo”
Piornal, 14 de agosto de 2011
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Piornalegas, piornalegos,
gentes que estáis en Piornal,
para esta fiesta empezar
este humilde pregonero
un pregón los viene a echar.
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Eso sí, lo haré en quintillas,
este pueblo lo merece,
que bien bonito parece
entre versos y entre rimas
pregonar a quien se quiere.
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Pero antes de comenzar
las gracias yo quiero darles
a asociaciones y alcalde
que en mí dieron en pensar
para el pregón dedicarles.
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Porque no hay honor más grande
que el de ser piornalego,
ni más grande privilegio
que todos ellos me encarguen
ser pregonero en mi pueblo.
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Miedo tengo a defraudarles;
bien saben, no soy gracioso,
como Jesús y Simi Liborio,
ni escribo tan bien como Ángel,
ni canto como Manolo.
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No hablo como José Luis y Justo,
Vito, Celia y La Serrana;
pero una cosa tened clara,
en estos ocho minutos,
he puesto toda mi alma.
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No voy a hablar de cerezas,
y de mi infancia, bien poco,
y de la crisis, ni loco,
no voy hablar de frambuesas,
hoy toca hablar de vosotros.
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De los Prieto, Merchán y Vicente,
Toribio, Ramos y Calle;
Moreno, Díaz y Fernández;
Iglesias, Guillén y Pérez;
de los Miguel, Rama y Sánchez.
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Los que sois de la Calle Real
Fuente Grande y Barrionuevo,
Las Lanchas y la calle El beso,
Plaza España y del Nogal,
Marilucas y El Vallejo
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De los que sois del Pocillo,
los del Pozo y de la Sera,
calle La Estación y La Cuesta
los del barrio de los Pinos,
piornalegos y piornalegas.
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Todos tenemos defectos
como ramas tiene un roble,
de todos, yo tengo el doble,
pero sé que el piornalego
es gente buena y noble.
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Mirad todos esos rostros,
a todos los conocéis,
de todos ellos sabéis;
pues yo os digo orgulloso,
que en ninguno maldad veréis.
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Cada una de estas caras
es el reflejo del huerto,
de la nieve, el frío y el viento,
de la sierra y la montaña,
del trabajo y el esfuerzo.
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Cada una de esas caras
huele a roble y a berezo,
a castaño y a cerezo
suena a tamboril de Jarramplas,
a botella y a caldero.
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Cada una de esas caras
son voces que le echan flores
al teatro y al folklore,
a tertulias en la plaza,
a la cultura y al deporte.
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Para terminar estas rimas,
me quedan unas palabras:
de cada una de esas caras
me quedo con sus sonrisas
y la nobleza de sus miradas.
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. Cuando hablan de Piornal,
dicen por ahí abajo
que el piornalego es esclavo
y no lo puede evitar,
que es esclavo del trabajo.
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Pero eso no es un defecto,
es cosa de dignidad:
se dice que a trabajar,
y cualquier piornalego
echa lo que hay que echar.
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También sé de buena tinta
que dicen que no sabemos,
disfrutar como debemos,
que por ahorrar una pizca
el placer no conocemos.
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Y es que hay tiempo para todo:
para la fiesta y el trabajo,
para salir y estar sentado,
para el gasto y el ahorro;
en todo placer hallamos.
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Sois buena gente, lo sé,
es cosa de este Piornal,
ninguno me hicisteis mal,
muchos me hicisteis el bien,
de nada me puedo quejar.
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Si preguntan de dónde vengo
y dónde quiero pacer,
digo que soy de este pueblo,
que me siento piornalego
de la cabeza a los pies.
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Porque yo soy de Piornal,
lo digo a los cuatro vientos;
tengo nombre piornalego:
también me llamo Sebastián
como un santo de este pueblo.
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Y para cambiar de tercio,
con respeto y humildad
permiso pido al lugar;
me permito unos consejos,
uno a uno, y por edad.
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Yo les quiero convencer
a los niños de este pueblo,
que para llegar muy lejos
todo se puede aprender
de mayores y de viejos.
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Disfrutad de estas montañas,
no las miréis con recelo;
pues vivir en este pueblo
entre nieve, frío y agua,
sabed, que no tiene precio.
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Los jóvenes, ¡a disfrutar!,
que son años para ello.
Tenéis que ser piornalegos,
mas, no deis la espalda jamás
a las gentes de otros pueblos.
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Y en caso de desazones,
siempre que tengáis problemas,
buscad en vuestra cabeza
las mejores soluciones,
y no las busquéis afuera.
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Con los que sois de mi edad,
década arriba o abajo,
disfruté muy buenos ratos,
en el estadio pinal,
con la guía y con el aro.
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Fuimos juntos a la escuela,
al cine y a robar nabos,
jugamos a Don Juan y al palo
a palma, cuenco y tijera,
al bote y a los pelotazos.
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Y aunque hoy ya peinemos canas
y nos sintamos cansados,
aún nos quedan buenos ratos,
mucha vida y muchas ganas,
para seguir animados.
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A los que tenéis más edad
con mucho respeto os digo:
vosotros añito a añito
habéis hecho este Piornal;
de todos, sois los más ricos.
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Nos dais una lección
cada día en vuestros dichos;
vuestra experiencia es un libro
para aprender un montón
adultos, jóvenes y niños.
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Y a todos, en estas fiestas
salid de casa a la calle,
llenad terrazas y bares,
bailad mucho en las verbenas,
y olvidaros de los males.
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Y ya para terminar
voy a sacar el rabel,
quiero cantarles con él,
tres coplillas de Piornal,
y de San Roque; sólo tres.
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Por decir ¡viva San Roque!
me metieron prisionero
y ahora que estoy en la cárcel,
¡vivan San Roque y el perro!
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En el Cielo no hay justicia
ni tampoco caridad;
tenía una novia San Roque
y se la quitó San Juan
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Viva mi pueblo Piornal
y vivan los piornalegos,
San Roque y San Sebastián,
Jarramplas y los cereceros.
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