El ramo de San Roque III1
16 de agosto

Saturio Vega

Ramo de San Roque

En la fiesta de San Roque, la ofrenda y el canto reciben el nombre de "Ramo", "El Ramo de San Roque". La razón de este nombre está en que la ofrenda, roscas y frutos, se colocan sobre un armazón cónico, a forma de chozo y revestido de ramas de tejo o acacia, rematado un un gran roscón del que emerge una frondosa rama de pino de la que penden cintas, caramelos, dulces, cascabeles, esquilas y campanillas.

Precedido por el tamborilero y seguido por el coro de cantoras, es llevado por cuatro jóvenes desde la entrada principal hasta las gradas del altar mayor, donde el sacerdote lo recibe y lo bendice, en el momento del ofertorio. Durante el trayecto se canta el ramo, alternando con los sones del tamborilero y el ritmo acompasado de las esquilas. Concluida la misa, se subasta en el atrio a beneficio del Santo.

Estas canciones de ofrendas reflejan las ideas de los cantos de ofertorio: ofrenda, gratitud y súplica, todo enmarcardo en un tono alegre y festivo. Hacen también alusión a las preocupaciones y necesidades de la iglesia y del mundo, igual que la antigua oración de los fieles, recuperada tras la reforma litúrgica.

Siempre hacen relación al misterio que se celebra o a la conmemoración que se hace. Y si se trata de un santo, canta algunos pasajes importantes de su vida, dolores y gozos, o el martirio, si fue mártir. Suele hacer mención a calamidades o situaciones difíciles superadas, motivo siempre de gratitud para los mayordomos. Nunca falta la petición de favores y ayudas para el pueblo y los que hacen, tocan y cantan el "Ramo" o "Rosca.

Hay que reconocer que a a veces las letrillas de las estrofas no eran las más apropiadas o se caía en pesada reiteración al cantar muchas y parecidas estrofas. También se notan, por influjo de la época barroca, algunas adherencias protocolarias que hacen referencia a la presentación, al permiso para cantar, a la forma de llevar el "ramo" y a las despedidas. Pequeñas deficiencias fácilmente corregidas y orientadas por una buena dirección litúrgica y pastoral.

No obstante, se puede concluir que estas canciones son auténticos cánticos de ofrenda y solemnes plegarias de los fieles, además de una vedadera catequesis. Así lo entendió siempre el pueblo que extasiado los escuchaba con suma devoción y respeto. Antes, cuando la misa se decía en latín, estas canciones en lengua vernácula, si duda facilitaba la atención del puebloque siempre daba su veredicto al final.

Al acabar de cantar la despedida, las cantoras vitoreaban al Santo o a la Virgen y tiraban caramelos y monedas a los filigreses, éstos respondían y no olvidaban de añadir un ¡viva la rosca!, si el canto había salido bien o ¡agua a la rosca!, si consideraban que había salido deficiente.

Ahora, cuando todo se dice en castellano, se sigue prestando a estos ofertorios cantados la misma devoción y respeto de siempre. Tal vez acrecentado un poco por la preocupación y curiosidad antropológica, cualtural y por supuesto, religiosa que encierran y contienen.

El Ramo de San Roque

A este templo hemos venido
todos con gran devoción
a bendecir este "ramo",
bajo el mimistro de Dios.

Al poderoso San Roque
venimos a saludar,
para ofrecerle este ramo,
y sus glorias a cantar.

En Montpellier nació el Santo
de sus padres estimado,
por seguir a Jesucristo
dejó bienes y regalos.

Con roja cruz te previno
de nacer en los umbrales,
¡oh que felices destinos
enseñaste a los mortales!.

Contra el mundo con espanto
tan temprana guerra empiezas,
que entre ayunos y asperezas
eras niño y eras santo.

De veinte años a tu tío
dando a los pobre tu hacienda,
su cuidado le encomiendas
vasallos y señorío.

Saliéndose de su casa
por los montes y caminos,
despreciando las riquezas
y siguiendo a Jesucristo.

Con aquella vigilancia
que exige la caridad
andaba muy cuidadoso
de hospital en hospital.

Dabas consuelo al triste,
al pobre la caridad,
a los santos hospitales
paciencia en la enfermedad.

Estando en cierta ciudad
atacados por la peste,
él procuró de curarlos
como médico celeste.

En Aquapendente hallaste
a gente apestada y triste,
cruces sobre ellos hicistes
y al instante los sanastes.

De Roma por el camino
peregrino y pobre sales,
Roma y contornos vecinos logra en ti favores tales.

Dentro de mi misma choza
hizo el Santo que brotara
una fuente cristalina
que a los enfermos curaba.

Porque Dios probarte quiere
y coronarte promete
una fiebre te acomete
y una saeta te hiere.

También pasó nuestro Santo
la terrible enfermedad
obligado sobre un palo
a salir de la ciudad.

A una choza se retira
muy triste y desconsolado
con una llaga en el muslo
y él solo se la ha curado.

Dentro de la misma choza
hizo brotar una fuente,
de agua clara y cristalina
para curar a la gente.

Olvidado de la gente
solo en el monte viviste
y un perro con pan te asiste
por que la vida sustentes.

El perro cogía el pan
de la mesa de su amo
y siguiéndole los pasos
al Santo se lo ha llevado.

¡Oh que fiel te halló y que fino
en males tan desiguales
qué providencia imagino
digna de eternos anales!.

Vuelves, al fin, a tu tierra
y nadie te conocía;
su tío te juzga espía
y en una cárcel te encierra.

Tu tío, el gobernador
preso te tuvo en la cárcel,
y tú con mucha humildad
y paciencia lo llevaste.

La muerte, ese desatino
te dio cinco años cabales.
¡Oh Roque patrón divino
de pueblos universales!.

Después que murió San Roque
a su lado se encontraron
un escrito que decía:
"soy de la peste abogado".

Eres médico divino,
eres ramo de virtud,
consuelo de afligidos
del enfermo la salud.

La abuela de nuestro Santo
dijo que te conocía
que si aquel era su nieto
una Cruz roja tenía.

Que se aumente nuestra fe
y remedien nuestros males
y a este pueblo de Piornal
tú nunca lo desampares.

Pídele a Dios, ya lo eres,
ser de la peste abogado
y así Dios te lo ha otorgado
y herido de peste mueres.

Por ti que al enferme sanas
siervo de Dios vigilante,
líbranos a todo el pueblo
de enfermedad, peste y males.

Mozos que lleváis el ramo
llevadle con devoción,
que San Roque es milagroso
y alcanza mucho de Dios.

A los que llevan el ramos
también al tamborilero
consérvales la salud
y concédeles el cielo.

Este ramo te ofrecemos
todos llenos de humildad.
Por favores recibidos
gracias te queremos dar.

Dadnos el agua San Roque,
que bien nos la puedes dar,
porque tienes en tu pecho
un divino manantial.

Adiós bendito San Roque,
tu bendición te pedimos,
te damos rendidas gracias
por favores recibidos.

Adiós San Roque bendito,
fuente de toda delicia.
Adiós Pura Concepción
Virgen Sagrada María.

Adiós bendito San Roque,
por favor y caridad,
ruega por todo este pueblo
que te viene a venerar.

A San Roque y a la Virgen
les pedimos con anhelo
por la justicia cristiana
y la paz del mundo entero.

Nos despedimos de ti
Roque santo y peregrino,
agradecidos de ti
por favores recibidos.

1.- VEGA S.: (1993) "Piornal: costumbres y canciones". Inédito.

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© Víctor A. Díaz Calle. 1997-2002